domingo, 1 de noviembre de 2009

¿CÓMO ES TU FAMILIA?

¿Te agrada vivir con tu familia en la actualidad?, ¿Sientes que vives con amigos, con personas que te agraden y en quienes confías, y a quienes agradas y a su vez confían en ti?, ¿ Ser miembro de tu familia es divertido y emocionante?. Si respondes "si" a estas preguntas, estoy segura de que vives en lo que llamo una familia nuticia. Si contestas "no" o no mucho, es posible que vivas en una familia que tiene ciertos conflictos o que no han descubierto la forma de amar y valorar abiertamente a los demás.
Encuentro que es posible colocarlas en punto de escala que va desde muy nutricia hasta muy perturbada o conflictiva.
Es fácil percibir el  ambiente de una familia conflictiva; de inmediato me siento incomoda, a veces el clima es frío, el ambiente es muy cortés y todos se muestran aburridos. Cuando me encuentro en alguno de estos ambientes de conflicto, mi cuerpo responde con violencia. Se me contrae el estómago, me duelen hombros y espalda, también la cabeza. Me preguntaba si los cuerpos de estos individuos respondían como el mío y cuando los conocía mejor me enteraba de que tenian las mismas sensaciones. Sus cuerpos respondian de forma humana a un ambiente muy inhumano.
Todo cuerpo responde físicamente a los individuos que les rodean. Al crecer, aprendimos a controlar estos sentimientos. Con años de practica logramos desconectarlos con tanta facilidad que no tenemos conciencia de la respuesta hasta que, horas mas tarde, sufrimos un dolor de cabeza, hombro o alteraciones gastricas.
El primer paso para el cambio es reconocer lo que sucede. En las familias conflictivas, los cuerpos y rostros de la gente manifiestan su sufrimiento. No hay muestras amistosas ente los miembros individuales, la familia parece estar junta por obligación. Descubri que rar vez entraban en contacto real con otros miembros de la familia. Veo en ellos la desesperanza, la impotencia y su soledad.
La familia puede ser el sitio donde encontramos amor, comprensión y apoyo, aun cuando falle lo demás.
Casi todos hemos sentido la pobreza, la discriminación; para los elementos de las familias conflictivas, estas dificultades suelen ser más difíciles de aceptar.
¡Cuán distinta es una familia nutricia! De inmediato puedo sentir su viveza, naturalidad, sinceridad y amor. Sus cuerpos son elegantes, las expresiones faciales relajadas y hablan con voces sonoras y claras.
Las casas  de estas familias tienden a ser luminosas  y coloridas. Cuando reina la calma, ésta es pacífica, cuando hay ruido, el sonido es producto de una actividad significativa. Cada persona parece segura de que tendrá la oportunidad de ser escuchada.

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