La autoestima es una actitud.
En el patio trasero habia una enorme olla de hierro negro, la olla estaba llena de jabón. Cuando llegaban los grupos de trilladores en verano, llenábamos la olla de cocido; en otras ocasiones, mi padre almacenaba en ella estiércol. Con el tempo llegamos a llamarla la olla de tres usos y cualquiera que quisiera utilizarla debía enfrentar dos interrogantes: ¿De qué estaba llena la olla en ese momento? Y ¿qué tan llena estaba?
´Había una familia sentada en mi consultorio tratando de encontrar palabras para comunicarse lo que sentían unos por otros; muy pronto los miembros de la familia comenzaron a hablar de sus olla individuales, las cuales podían contener sentimientos de valía o culpa. Este termino sirvió a muchas familias a expresar los sentimientos que no podían manifestar. Un padre decía: "Mi olla está llena hoy", y el resto de la familia sabía que se sentía superior a cualquier cosa. O tal vez un hijo decía: "me siento con la olla vacía", y esto comunicaba a los demás que tenia la sensacion de ser insignificante.
A menudo las familias pueden expresarse con mayor facilidad en términos de olla, y comprender a los miembros que desean comunicarse de esta manera. Una esposa que vacila ante la posibilidad de decirle a su marido que se siente inadecuada, deprimida o indigna, puede manifestar con franqueza: " No me molestes ahora; ¡mi olla está por los suelos!"
La autoestima es la capacidad de valorar el yo y tratarnos con dignidad, amor y realidad.
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